Esta vieja ventana
ha sido testigo de infinitas miradas,
de tempestades, de calinas y fríos
inviernos;
de llantos en silencios, de
suspiros de alcoba,
de dolores de parto.
Esta vieja ventana
espera la eterna despedida,
el adiós en silencio
en la esfera del tiempo.
Esta vieja ventana
llora sus lamentos
entre hierros oxidados
cobijando los vientos.
Esta vieja y derruida ventana:
Quizá mañana nadie su acuerde de
ella.
Foto composición: Rosa María
Milleiro D.
Poema registrado.