En el muro de mis las lamentos
posé alegría, tristeza y permanencia…
Iluminé con fulgor de colores
el gélido granito, demostrando
que la luz es mi itinerario,
mi puente de eslabones certeros
en la gris y fría piedra
rompiendo el eco del sollozo.
Mis lágrimas han labrado surcos ignominiosos
endentado la convincción certera de una partida...
ningún muro de cantil glacial
llegará a posicionar la despedida
en el pedregal
de
mis dias
Muy sentido el poema, un placer leerte.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
Bellas imágenes en tu poema, Rosa María.
ResponderEliminarUn gusto siempre visitarte y leerte.
Besos. María
Poetisa Rosa amiga:
ResponderEliminarDeplorablemente como bien indicas todos tenemos nuestro personal muro, aunque no seamos religiosos, pero ahí está, muy íntimo, levantado en nuesta propia alma. El reto es tomar una pértiga y saltarlo olímpicamente.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank
Bonita manera de describir la vida.
ResponderEliminarLlenemos la fría piedra de sonrisas y buenos momentos para borrar los surcos de lágrimas.
Besos, poeta
NINI:si que tienes mérito,me pareces valiente,si esos son tus sentimientos(aunque no los comparta del todo),pero...,aún queriendo yo mucho a los animales..o no queriendo nada malo para ellos..entiendo mal ¿o los prefieres a las personas?.Suerte!!!
ResponderEliminarHola Ricardo. Gracias por esa constancia en leerme.
ResponderEliminarUn abarciño,
Rosa María
Amiga y bella poeta: En mi "muro" también descargo penas, pero el tuyo es más significativo y con colorido.
ResponderEliminarMi admiración y cariño. MANEL DELGADO HERMIDA
María: Es un honor y placer que entres y comentes en mi blog.
ResponderEliminarUn besiño,
Rosa María
Luz y lágrimas, suficiente para producir un vergel en un pedregal. El poema es muestra tangible de ello.
ResponderEliminarUn beso.
Amigo y colega Frank: Estoy contigo que todos somos propietarios de nuestro propio "muro de lamentaciones". Lo bueno es ser constantes en conocer nuestras debilidades y procurar aflojar la codicia en cada piedra.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María
Hola Begona; eso de modelar las piedras con sonrisas es la manera más bella dar forma a las rocas y a la vida.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa Maria
Respuesta a anónimo…
ResponderEliminarNINI:si que tienes mérito,me pareces valiente,si esos son tus sentimientos(aunque no los comparta del todo),pero...,aún queriendo yo mucho a los animales..o no queriendo nada malo para ellos..entiendo mal ¿o los prefieres a las personas?.Suerte!!!
Ahora digo yo: La verdad que no sé a lo que te refieres con eso de mi valentía y lo de mis sentimientos ¿Qué quiero a los animales? Te respondo que mucho. Lo que sigo sin comprender es la pregunta que si los prefiero a la personas. Sigo sorprendida de tolo que me dices desde el principio hasta en final de tu comentario. Mira una persona que ama y respeta a los animales, tiene también la capacidad de amar y respetar a las personas, aunque también debo decirte que hay animales más nobles que muchas personas.
Un saludo,
Rosa María
Nota: La próxima vez si vuelvas a entrar, te agradezco me digas quién eres
Manel Delgado:Si este muro de lamentaciones nos hace efecto a catártico, es un motivo de buenas vibraciones.
ResponderEliminarUn abracito,
Rosa María
Si, amigo Samuel la luz y las lágrimas son ambas la solución a dar un giro muy notorio a nuestra vida; la luz te ayuda a ver. Las lágrimas purifican situaciones dolorosas y una vez llega la calma, ésta fortalece el ánimo para tomar sabias decisiones.
ResponderEliminarUn besiño,
Rosa María
¡Pues soy...una novata en tu blog,que encontré por casualidad!Y lo de querer a los animales mas...pues se debe a un comentario tuyo leido aqui,quizas mal interpretado,por conciso.Pero te aprecio mujer,aunque la poesía no es,precisamente mi fuerte ni mi gran devoción.Un saludo.
ResponderEliminarRosa María
ResponderEliminarGrandes son tus sentimientos en este poema, no los puedes ocultar se quedan en el muro de la vida,vida de sonrisas, risas, penas y dolores, pero es vida.
Mis lágrimas han labrado surcos ignominiosos
endentado la convincción certera de una partida...
ningún muro de cantil glacial
llegará a posicionar la despedida
en el pedregal
de
de mis dias.
Tu eres la dueña de tu vida, nadie más va escribir en ella.
Un abrazo
Sor.Cecilia
Dijo Sor Cecilia…
ResponderEliminarTu eres la dueña de tu vida, nadie más va escribir en ella.
Un abrazo
Sor.Cecilia
Digo yo...
Monjita cibernética: Como buena cristiana tengo que decirle que yo no soy la dueña de mi vida; soy hija del Padre Eterno y me debo a su Santa Voluntad y Él añade constantemente renglones en la libreta que tiene dedicada a mi. Por lo tanto, espero y rezo para ser cada día mejor persona.
Un saludito cariñoso,
Rosa María
Mientras la luz sea
ResponderEliminarcapaz de iluminar las
lágrimas el sendero
se verá seguro.
Besos
Hola Marisiña; la luz si se acompaña del candíl de los sentimientos firmes, siempre habrá un nuevo camino para andar.
ResponderEliminarBesiños,
Rosa María