En el bosque más frondoso del recuerdo
entresaqué las ramas más envejecidas,
quemándolas en la hoguera de la templanza,
olvidando para siempre la carencia de tu primavera.
En el bosque más denso del recuerdo,
la
tristeza se pierde lujuriante
tapizando en mis labios
el
adiós
de
mi
amor.
Fotocomposición: Rosa María Milleiro
Me gusta la fotografía... tiene ese cesto de ramas añejas y confundidas, que parecen adivinar su destino de fuego.
ResponderEliminarTus palabras vienen después, a acentuar su aspecto envejecido, y confirmar que serán un adorable pasto para unas llamas tranquilas.
Me imagino conversaciones alrededor de esa hoguera... alejando tristezas... y tapizando palabras definitivas en labios circundantes.
Precioso todo el conjunto.
Besiños.
Conviene de vez en cuando hacer limpieza, no sólo en los desvanes materiales, sino en los del corazón.
ResponderEliminarLa primavera es un momento muy adecuado para hacer limpieza en nuestros corazones, sacar y quemar viejos y ajados recuerdos, limpiar nuestro corazón y preparar el sitio para nuevos y deseados amores.
ResponderEliminarUn beso.
hola rosa maria,siempre hay que quitar esas viejas ramas secas que molestan al alma amiga,has echo bien en limpiar tu jardin espiritual y asi dejar sitio para renazcan dentro de ti las flores mas bellas de primavera.
ResponderEliminarun fuerte abrazo amiga y feliz semana!!!
No tengo palabras, pero si admiración. Es buenísimo amiga Rosa María.
ResponderEliminarUn abrazo MANEL DELGADO HERMIDA
Hola Rosa Maria:
ResponderEliminarAy el fuego, que quemó las fallas.
y el fuego simbólico que quema los recuerdos que no nos apetecen.
Yo soy muy conservadora.
Y en un cofre de mi mente guardo los recuerdos.
Aunque a veces abro el cofre y seleccioono la memória, barriendo los que no me gustan.
Eres un encanto galleguiña.
Besos del gato Pipo y míos, Montserrat
Hola, Rosa María. Muchas gracias por tu visita a mi blog y por tus palabras.
ResponderEliminarDecirte me ha encantado la visita al tuyo. Tus fotografías hablan por sí mismas de la gran sensibilidad y ternura de tu alma.
También me ha gustado mucho tu poema. La felicidad empieza dentro de uno mismo...y para ello, a veces, hay que sacar, o bien guardar recuerdos, en ese -sin fondo-baúl de los recuerdos. Un abrazo.
Quemar los recuerdos que duelen, y seguir adelante, con el corazón deshabitado.
ResponderEliminarUn abrazo de primavera
Tener la lucidez de buscar en el recuerdo aquello que hiere el sentimiento, para inmolarlo en la pira del olvido, es un acto que ennoblece a la vida.
ResponderEliminarBellísimo poema, Rosa María, una metáfora que llega al corazón.
Besotes.
VOLVER A EMPEZAR...ESE SI QUE ES UN MENSAJE ALENTADOR, ROSA MARIA. SALUDOS.
ResponderEliminarUn buen ejercicio Rosa María, filtrar los recuerdos que no aportan a nuestra paz interior.
ResponderEliminarMe encantó lo que decís de quemarlos en la hoguera de la templanza, nos convertimos en vencedores y más fuertes después.
Un beso
PD. Tus fotos son preciosas, vos y las mascotas.
Más tu amor por ellos.
¡Ay, querida rosa maría! es muy preciso, de vez en cuando, echar a la hoguera, los trastos del desaliento de los desdenes inmisericordes, de tantas y tantas cosas.
ResponderEliminarBuen poema, amiga.
Besos. María
Sutilmente acomodados en una cesta...así deben partir...prolijamente, con respeto, porque alguna vez habrán sido valiosos...
ResponderEliminarMis cariños de siempre y sabes...tienes un Blog con alma: ¡ gracias por permitirme conocerlo !
Es valentía tu poema ante los embates de la vida.
ResponderEliminarBesibrazos
Me cautivaron tus versos.
ResponderEliminarMaravillosos!
Hay que dejar atrás
ResponderEliminarlos malos recuerdos y el dolor,
muy bellas tus palabras,
son de ánimo para el camino
Rosa María, en mi blog tengo un premio para vos.
ResponderEliminarCariños
Inés
Qué hermosísimo poema, Rosa María. Me gustó hasta la estética de hacerlo "árbol".
ResponderEliminarQuemar el olvido... Muy bueno.
Besos.
sorprendido me has!!!
ResponderEliminarTras una bonita exposición de tus amigos animales y tuya,he llegado al poema....que por cierto no sabía que me iba a encontrar y ha sido un grato encuentro desde luego.
Conviene y creo además que es inevitable hacer esa limpieza selectiva,por muy dolorosa que pueda ser. Borrar un amor......eso duele.
Gracias por tus palabras !!
Amigo Sir: Lo añejo en ocasiones es como la tapa que malamente deja entrar lo nuevo; por ello es menester quemarlas y que brote el nuevo acontecer.
ResponderEliminarUn biquiño
Amando y María: La verdad que casi todo lo que se guarda en los desvanes, se termina por no volver a usarlo. Así que hay que poner las situaciones nuevas en la repisa de la armonía.
ResponderEliminarAmigo Iglesiasoviedo: Los has posicionado en la cordura de la situación en un nivel diez.
ResponderEliminarUn abraciño.
Claro que si, amiga Sony: No hay nada más molesto que ramas secas en una primavera recién llegada.
ResponderEliminarBiquiños amiga.
Gracias amigo Manel.
ResponderEliminarUn abraciño.
Amiga Monserrat: Aquí prima el agradecimiento a Pipo y un besazo también para él.
ResponderEliminarYo tambien soy conservadora, pero también sé reconocer el lastre que tengo que arrojar de mi globo.
Un biquiño.
Amiga Franciasca: Pobre de nosotros, si carecemos del baúl de los recuerdos. Precisamente vivimos en una época que nos aterra el Alzeimer, y el poder gozar de abrir nuestra mete y limpiar y asear todo lo que tenemos en ella; es como estar naciendo en cada despertar.
ResponderEliminarUn besiño amiga
Amiga Soco: Yo, necesito tener mi corazón ocupado, pero con la exquesitez del orfebre que pule a mano las joyas para que se gasten muy poco a poco y no de repente.
ResponderEliminarUn besiño amiguiña.
Amiga Liliana: Las catarsis para algo se emplean en las curas incluso del alma.
ResponderEliminarUn besiño
En ocasiones eso de "volver a empezar" nos plantea un agobio tal, que nos desmoralizamos; cuando puede ser un comienzo mejor, ya que hemos aprendido del anterior.
ResponderEliminarUn abraciño amigo Gustavo.
Hola auroraines:El colador siempre presto para lo que puede acontecer. Eso es la manera de no dejarnos "colar" nada de lo que consideremos no colable.
ResponderEliminarUn abraciño.
Mi querida amiga María Bote: Los años cuanto nos hacen recapacitar y aprender...
ResponderEliminarUn besiño amiga.
Querida Mariana: Yo, siempre pensé que recalcitrar puede ser bueno o malo; si se está en posición de decir NO, es que vale la pena hasta mirar de reojo y sopesar; eso según cada cual.
ResponderEliminarUn besiño amiga, extensible a esos hijo tan guapotes que tienes.
Amigo Guillermo: Los parachoques, son útiles si los sabemos usar incluso en nuestro armazón, solo hay que desear que nadie nos lastime más.
ResponderEliminarUn besiño amigo
Hola Carla: Gracias por ser tan breve y decirme tanto.
ResponderEliminarUn besiño guapa.
MTeresa: sentarnos a recapacitar; es como el rastrillo que recoge hojas caídas en el mes de otoño. Pero los malos momentos acontecen más a menudo que las estaciones. Claro que después del otoño, llega el invierno, la primavera y las calurosas noches del mes de agosto; las cuatro son versátiles y necesarias; solo es menester estar perdispuestos a vivir cada cual en la posición más adecuada.
ResponderEliminarUn biquiño
Amiga auroraines: Verás; te agradezco el regalo, pero desde principio opté por no recoger ningún regalo-premio, ya que para mi el premio más valioso, es compartir opiniones concerniente a poesía. Te agradezco no te sienteas mal, pero es que es un protocolo de mi blog.
ResponderEliminarUn besiño.
Amiga Mar: La estética más bella y adornada del ser humano; es el saber pedir perdón y al mismo tiempo resguardarse de los momentos que nos hieren.
ResponderEliminarUn besiño grande.
Conxa: Gracias por venir, gracias por opinar y gracias por estar.
ResponderEliminarUn abraciño
Siempre hay un bosque dentro de cada ser, un bosque lleno de árboles donde sí hay luz interior para mirar desde ese lugar ese otro que, estando despejado de tupida naturaleza, está desnaturalizado y sin amor en muchos caso.
ResponderEliminarPor eso es bueno saber que tenemos un lugar donde recogernos para sentirnos protegidos, aunque sólo sea rodeados de gratos recuerdos.
Un saludo y un beso. Elisa