Tristeza en la posición del adiós: Hoy enterré a mi
perrita Mota después de sufrir un problema cerebral. Las personas que amamos a
los animales comprendemos lo que es
pasar por ese trance de despedida.
Mota era una perrita de setecientos cincuenta gramos, pero
su cariño era inmenso y su lealtad me ha llenado de cariño durante sus casi once años de vida.
Habita en mi esa tristeza que desgarra, atormenta y
lacera, pero con la ayuda de Dios y el de las personas que me quieren y mis dos
gatitos, posicionaré el llanto en la cornisa del sentimiento y una vez más
agradeceré a los animales el que me enseñaran amar sin pedir, esperar sin
preguntar y besar por necesitan amar.
Mota será para siempre ese trocito pequeño que llenó mis días
de grandes momentos.
Amo a los animales para poder comprender a los racionales.
Mi cariño siempre
Rosa María Milleiro
Domínguez
Lamento mucho la perdida de tu perrita, supongo que las palabras no te consuelan pero es lo único que te puedo ofrecer. Un abrazo
ResponderEliminarAhora descansa en paz, tu amor la acompaña siempre y ella desde el cielo te seguirá leal. El desprendimiento nos lleva al reencuentro en su debido momento, por lo pronto resignación y nunca pierdas la esperanza en la luz del Señor.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga.
Siento la pérdida y la entiendo, yo hace dos años pase por la misma situación y son momentos desgarradores. Un sentido abrazo.
ResponderEliminarTe comprendo y te abrazo. Besos.
ResponderEliminarMe uno a tu pena. Yo sé lo que sientes, hace poco murió mi perro, un compañero tan fiel y cariñoso...
ResponderEliminarTe abrazo
Siempre emociona una despedida así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lamento esta pérdida. Los animales nos dan mucho cariño y nos ayudan a ser mejores personas.
ResponderEliminarHola Rosa Ma. Siento mucho la perdida de tu perrita, ellos son parte de la familia y se les quiere y extraña mucho en su ausencia.Me uno a tu dolor. Un abrazo!!
ResponderEliminarRosa Mª, amo los animales y, sobre todo a los perros; su mirada, su amor incondicional, su compañía y sus muestras de inteligencia, son algo inolvidable para quien ha disfrutado años de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo y caricias para tus dos gatos, que también me encantan.
Rosa María ... comprendo intensamente ...sabes... tal vez su almita se convirtió en una mariposa, o un pájaro, una flor o tal vez se mimetiza en la brisa ... quien sabe ...quiero creer que sea así y siempre te acompañará ...sólo mira con Amor a esa mariposa, ese pájarito o la flor que se cruce en tu camino ...y siente con una sonrisa la brisa que te envuelve ...estoy segura que estará allí.
ResponderEliminarCariños y disculpa mi ausencia ... ya casi estoy en camino de volver a mis Letras ...sólo estuve un tanto distraída...
Cariños de siempre
Quiero acompañarte en estos momentos que estas viviendo haciéndote a la idea que se fue, lo siento tanto porque perdí al mío hace tiempo y soy incapaz de superarlo, te deseó de corazón que pienses en él y en lo maravilloso que fue. La generosidad que nos dio sin pedir nunca nada a cambio. Un abrazo inmenso.
ResponderEliminarSiento no haberme enterado antes de este triste adiós, Rosa María. Sabemos tan poco del misterio de la muerte y de la verdadera naturaleza de las demás criaturas que, como Mota, nos pueden resultar tan entrañablemente amorosas...
ResponderEliminarCuídate mucho, amiga.
Un fuerte abrazo.