He sido fruto perecedero
en el árbol de tus sentimientos
ajustando el otoño
en las horas muertas del amor.
Fotocomposición: Rosa María Milleiro
en el árbol de tus sentimientos
ajustando el otoño
en las horas muertas del amor.
Fotocomposición: Rosa María Milleiro
Son los sentimientos que van y vienen, Rosa María. Como las personas, nacen, crecen y maduran de forma distinta.
ResponderEliminarHermosa brevedad
Feliz inicio de semana para tí
Fina
Breve pero completo, con la intensidad de los sentimientos. Un abrazo
ResponderEliminarQuizás todos hemos sido algo parecido.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Morir en el otoño y renacer en la primavera después de un frío invierno. Todo tiene sus ciclos e incluso hay amor de hoja perenne... Besicos.
ResponderEliminarHola Rosa María: Precioso poema, breve, pero con un gran contenido, siempre conservamos una esperanza, que algun vez florecerá.Un abraciño grande querida amiga!!!
ResponderEliminarLos sentimientos tambien tienen sus estaciones, pero todas se renuevan cada año.
ResponderEliminarBesos
Yo también. Me identifico con tu poema. Pero espero tener nueva primavera. Besos.
ResponderEliminarLo bueno y breve, dos veces bueno, amiga. Feliz semana y besos
ResponderEliminar¡Hola, Rosa María!!!
ResponderEliminar¡Allí estaré si Dios quiere! Para comprar el libro y darte un fuerte abrazo.
Gracias por darme esta grata oportunidad.
El otoño aunque es... en cierto modo melancólico, lo llevamos a cuestas con cariño salud y amor . De lo contrario se nos haría muy duro. Claro que si.
Siempre admiro tus letras, tienes un especial estilo y encanto. Bueno, eso ya lo sabes tú muy bien.
Ye dejo mi gratitud y mi admiración siempre.
Besos azules en vuelo...
Se escapó la Y, en vez de la Te dejo.
ResponderEliminarMe encantan estos poemas cortos que lanzas al cielo en forma de corazón. Es como si florecieran de golpe los sentimientos. Precioso Rosa María. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarEn pocas palabras has transmitido sentimientos inmensos. Muchas veces no sabemos quienes somos hasta que el espejo del otro nos confronta con la vida...
ResponderEliminarMe encantó tu poema, Rosa María.
Un beso grande
(Ya he vuelto y de a poco voy poniendo al día mis blogs)
Lo perecedero... que delicioso es.
ResponderEliminarCuenta con mi presencia.
Estaré.
Besiños.
Pasaré a verte y oirte y leerte- Suerte.
ResponderEliminarBeatriz Solla Losada