Me perdí
en laberinto del tiempo
estrujando
la calma
para no
volverte amar
en el
recuerdo.
Me perdí
llorando
en
primaveras floridas
otorgándome
a la tristeza
en mi alcoba cerrada;
durmiendo
ambas abrazadas
a la
esfinge de la soledad.
Fotocomposición:
Rosa María Milleiro
Nota: Os pido disculpas por no comentar en vuestros Blogs,
pero me es imposible por lo de ahora. Ello no significa olvido, sino
circunstancia.
Un abraciño,
Rosa María Milleiro
Esas soledades también llenan el alma. Besicos.
ResponderEliminarHola querida Amiga : Un poema muy sentido, a veces es necesario la soledad, pero que no nos atrape....... creo que muchas veces estamos acompañadas, pero hay que percibirlo. Un abraciño inmenso!!!!
ResponderEliminarPrefiero perderme en mil laberintos de una soledad compartida que encontrarme a solas en el laberinto de la incomprensión humana.. Bellísimo poema como no podía ser de un alma no menos bella.. Feliz verano guapa. que brille el sol en tu corazón de poeta.. :-)))
ResponderEliminarUn abrazo Rosa M.
ResponderEliminarte deseo lo mejor!
En algún momento todos nos perdemos en ese laberinto que citas.
ResponderEliminarUn abrazo y que todo vaya bien.
Sencillo, bello y precioso. Un abrazo!
ResponderEliminarMe encanta verte con esa maravillosa sonrisa encabezando el blog.¡fantástica! Es el mejor regalo que puedes hacernos al asomarnos a tus páginas, cuando casi todo lo que se ve en nuestro entorno son caras largas y ceños fruncidos.
ResponderEliminarLa poesia, aunque breve, es de inmenso contenido. La soledad, da también sus frutos.
Un cariñoso abrazo.
Creo que todos estamos perdidos en ese laberinto ignoto, y Dios sabe en cuántos más; todos, también, habremos dormido (al fin) como describes noches que parecían eternas. Mas el preciosismo con el que lo cuentas y la franca e informal sonrisa que uno se encuentra al llegar a tu casa disipan la tristeza como el viento la niebla. ¡Gracias! Y también, usted perdone, la innecesaria explicación de la nota.
ResponderEliminarUn abrazo.